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802.11n: velocidad de vértigo

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Está apunto de estandarizarse un nuevo estándar inalámbrico, el 802.11n. Conseguirá velocidades que facilitarán el envío de señales de A/V sin necesidad de cables.

Texto: Alberto Gilabert

La convergencia entre el mundo informático y el audiovisual cada vez es más popular o, como mínimo, más habitual entre los aficionados menos iniciados. Las nuevas consolas de tercera generación son un buen ejemplo. Además de conectarse a Internet, facilitan el intercambio de ficheros audiovisuales entre el ordenador de casa y el equipo audiovisual del salón. Pero también siguen comercializándose, con cierto éxito, decenas de dispositivos dedicados a este mismo objetivo. Pero hay un problema que suele ser común para todos los aficionados: la conexión. Normalmente, el ordenador no está situado justo al lado del televisor o del equipo audiovisual, sino que está unas cuantas habitaciones más lejos en lo que suele ser el despacho o la habitación de alguno de los hijos. La conexión entre el PC y el aparato que esté en nuestro salón no es cosa fácil: tirar un cable de red tipo Ethernet por una casa que no esté preparada es tarea difícil, más todavía si no queremos dejar a la vista las antiestéticas rozas de plástico. Llegó el WiFi y con esta tecnología la posibilidad de poder crear redes informáticas sin necesidad de cables. Con una capacidad de hasta 54 Mbps, una red WiFi ha solucionado, en parte, la transmisión de audio y vídeo en nuestro hogar, eso sí, en resoluciones iguales o por debajo de la estándar. Imposible, en cierta manera, conseguir transmitir alta definición desde o hacia el televisor utilizando WiFi, a no ser que volvamos al engorro del cable o a compresores de vídeo con relaciones mucho más dramáticas. Ahora llega el 802.11n, un novedoso estándar de transmisión sin cables de muy alta velocidad.

La tecnología WiFi realmente ha facilitado la intergración de redes informáticas, sobre todo, en hogares, donde no existe posibilidad de que se vean cables. De esta manera, en esas habitaciones que no tenían una toma telefónica o la posibilidad de poder conectar en red y a Internet varios ordenadores, se facilita el poder utilizar una tecnología que permite prescindir de los cables físicamente hablando. Una tecnología que, aunque por debajo de la alta velocidad que ofrece una conexión Ethernet, resulta suficiente para aplicaciones domésticas e incluso profesionales. Sus hasta 54 Mbps de velocidad permiten navegar por Internet e intercambiar ficheros de manera transparente para el usuario final. Llegó la posibilidad de poder enviar desde el ordenador todos los archivos multimedia (fotos, música y vídeos) al televisor principal del hogar. Solucionado el tema de los cables, lasseñales de vídeo (las más “complejas” en cuanto a necesidad de ancho de banda) podían “viajar” tranquilamente utilizando esos 54 Mbps, aunque era (y todavía es) habitual detectar algún problema muy de vez en cuando. Pero funciona. El problema llega cuando nos agenciamos un televisor de alta definición y la mayoría de contenidos compatibles de manera nativa sólo los conseguimos a través de Internet. Esos 54 Mbps son insuficientes para conseguir unas transferencias totalmente transparentes, lo que obliga a muchos a volver a “quemar” discos grabables o, si es posible, tirar de cable. Se necesita una red inalámbrica estandarizada que supere esos 54 Mbps.



802.11N



El 19 de enero del 2006, el grupo de trabajo 802.11 del IEEE reunido en Kona (Hawai) aprobó la propuesta del EWC (Enhanced Wireless Consortium) para un estándar inalámbrico de muy alta velocidad. El EWC fue formado en 2005 para acelerar el proceso de desarrollo del IEEE 802.11n. Aun así, el IEEE todavía tiene que ratificar la propuesta final que está en fase terminal.

El nuevo estándar permitirá, según la propia WiFi Alliance superar con creces una de sus exigencias previas al desarrollo de un estándar: los 100 Mbps de velocidad mínima. Algunas de las propuestas finalistas afirman alcanzar velocidades 10 veces superiores a la actual, es decir, superar la barrera de los 500 Mbps. Para conseguir tales velocidades seguramente será necesaria la técnica MIMO (Multiple Input Multiple Output) que consiste en utilizar dos o más puntos de entrada y salida tanto en el emisor como en el receptor. Volviendo a lo anterior, el EWC surgió como una necesidad ante la “lucha” de formatos-propuesta que iniciaron, en su momento, el consorcio WWiSE y el TGn Group. WWiSE tenía el respaldo de comañías conocidas como Motorola,

Broadcom, Texas Instrumentos y otras diez. El TGn tenía detrás a Cisco Systems (Linksys), Nokia, Intel, Atheros Communications y Qualcomm. Ambos grupos terminaron por juntarse y formar el EWC y acelerar la propuesta el IEEE. Eso no sólo ayudó a acelerar el borrador, sino también la presentación de la cuarta generación de integrados MIMO por parte de Airgo (actualmente utilizados por Linksys). Airgo posee la propiedad intelectual de la tecnología MIMO, aunque ha cedido su uso a cualquier iniciativa que tenga que ver con el estándar 802.11n. Curiosamente, Marvell (que nada tiene que ver con la distribuidora de cómics americana), sacó al mercado sus propios integrados PreN (previos a la estandarización final), bajo el nombre 802.11n draft TopDog y que son utilizados por dos de los competidores más directos de Linksys: Netgear y D-link.

El uso de la técnica MIMO implica el uso físico de dos o más antenas. Así, los productos de Linksys, por ejemplo, presentan dos antenas omnidireccionales y una tercera direccional. También presentan esta característica las propuestas de sus competidores, que no utilizan propiamente las técnicas MIMO. El incremento de velocidad no sólo se debe a esta técnica (o a cualquiera parecida). También se consigue utilizando canales de 20 y 40 MHz y el uso de las bandas de 2,4 GHz y 5 GHz simultáneamente. Esto también indica la posibilidad de poder aumentar el rango de alcance en casi 2,5 veces, lo que, a modo práctico, indica tanto una mejor cobertura en nuestro hogar como una señal algo más robusta para los mismos puntos de acceso.



FÁCIL USO



Una de las ventajas generales de la tecnología 802.11 es que no demanda de unos amplios conocimientos informáticos y/o técnicos para su puesta a punto, más bien al contrario. Los actuales sistemas operativos dominantes (Windows y OSX) cuentan con todos los programas y protocolos necesarios que facilitan enormemente la puesta a punto de una red de este tipo. Además, para aquéllos que tienen “miedo” porque piensan que sus datos son muy accesibles ya que viajan por el aire, deben contar con unos sofisticados sistemas de protección que aseguren la confidencialidad de los datos. Pero ¿para qué quiero yo mi hogar conectado? No es la primera vez que hablamos de esto en estas páginas. Las cámaras de fotos digitales son muy populares y a todos nos gustaría poder ver las fotos directamente en nuestro flamante plasma de 42” del salón. Una opción es descargar las fotos en el PC, grabarlas en un CD-R y reproducirlas en el lector de DVD-Video (la mayoría son compatibles con archivos JPEG). Aquí, una red 802.11n puede no ser tan esencial. Pero la llegada de los televisores de alta definición invita a ver películas en alta definición que, amén del BR y del HD DVD, conseguimos fácilmente por Internet. A no ser que tengamos un lector tipo DP-600 de Kiss que permite reproducir algunos de los formatos HD informáticos, vale la pena poder conectar el PC al TV mediante algún equipo compatible. Cuando el cable es imposible, una red 802.11g (el WiFi tradicional), no dará, en la mayoría de los casos, una velocidad de transmisión suficiente como para poder disfrutar de los contenidos HD del PC. Para conseguirlo, o bien utilizamos un formato de compresión de vídeo específico o buscamos un sistema de transmisión superior, como es el caso del 802.11n. Una de las ventajas del formato 802.11 es que no “divide” por partes iguales el ancho de banda disponible entre todos los clientes, sino que otorga velocidades diferentes en función de la demanda de cada uno. Así, si hay dos ordenadores conectados más el dispositivo que enlaza uno de los ordenadores con el televisor, no significa que el ancho de banda disponible para nuestro propósito sea justo la mitad. Si el otro ordenador no necesita conectarse por aire a ningún otro sitio (por ejemplo, al router y de éste a Internet), tendremos todo el ancho disponible en nuestras manos. No es menos importante recordar, de nuevo, que todos estos procesos se realizan de manera inteligente y sin necesidad de que tenga que intervenir el usuario en ningún momento.

Como hemos comentado anteriormente, la aprobación definitiva está al caer. La última novedad interesante tuvo lugar a finales del mes de enero de este 2007, cuando el grupo de trabajo del IEEE encargado de la especificación 802.11n, probó la segunda versión del borrador. Cuando ustedes estén leyendo estas líneas, la versión será la 2.0. En esta última versión se confirma la posibilidad de utilizar la banda de 40 MHz, aunque permite detectar aquellas redes sólo compatibles con 20 MHz. En este caso, el uso de la tecnología MIMO debería solucionar la pérdida de prestaciones.

La aprobación final todavía depende de algunos puntos. Tras esta acción, el IEEE enviará el borrador 2.0 a sus miembros para pedir su opinión. Después, se iniciará un proceso de votación que se completará hacia finales de marzo y que dará lugar a un nuevo borrador, la versión 3.0, a finales de mayo. Si el 75% de los miembros del comité aprueban entonces la versión 3.0, según algunos expertos, la especificación final podría ser publicada hacia octubre de 2008. En cualquier caso, una vez aceptado el borrador, los usuarios podrán empezar a utilizar modelos prenorma con mayor seguridad y fiabilidad de cara al futuro.

CUIDADO CON LOS 802.11n ACTUALES

Apple es una de las compañías que ya ofrece en su serie Airport compatibilidad con el “futuro estándar 802.11n”. Sí, es verdad que en esta primera mitad del 2007, el IEEE y la WiFi Alliance prometen terminar todas las especificaciones del estándar, pero ambos avisan a usuarios y consumidores que, debido a algunas modificaciones realizadas más o menos recientemente, es posible que algunos dispositivos 802.11n no sean totalmente compatibles con las especificaciones finales, lo que podría provocar, por ejemplo, que no funcionasen. Aun así, los pocos que se han atrevido a lanzar productos 802.11n afirman, una y otra vez, que en casi todos los casos la compatibilidad está más que asegurada con el estándar final. En cualquier caso, una de las premisas obligadas del nuevo estándar es que debe ser compatibles con los actuales IEEE 802.11a/b/g (que se diferencian, básicamente, por su menor velocidad de transferencia), lo que permitirá a cualquier producto 802.11n conectarse a una red a, b o g. Los 802.11n “no compatibles” podrán igualmente conectarse a las redes a, b y g. La WiFi Alliance recomienda la adquisición sólo de productos que lleven la certificación correspondiente, como único garante de todas las compatibilidades y prestaciones disponibles.

A mediados de 2006, la compañía Farpoint Group, realizó varias pruebas con dispositivos pre-802.11n y encontró numerosos defectos en algunos de ellos. Curiosamente, los equipos de Airgo, que no se declaran compatibles con el borrador 802.11n, obtuvieron unos resultados mucho más positivos que otros equipos de sus rivales. Según Farpoint Group, algunos de los dispositivos supuestamente pre-N no ofrecían ni tan siquiera mejoras notables en comparación a los actuales 802.11g.