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La revolución del LCD

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Los LCD cada vez más convencen por su calidad y prestaciones. Descubre el importante secreto que suponen los 100 Hz en el barrido.

Texto: redacción

Hace poco más de un año los televisores LCD empezaron a recurrir al barrido a 100 Hz, una prestación que está mejorando a velocidad de vértigo y que permite a esta tecnología superar sin demasiada dificultad algunas de las limitaciones que hasta ahora parecían irresolubles. Parece ser que a esta velocidad el arrastre desaparece, el color se mantiene y el LCD se convierte en un buen candidato.

El último avance de la tecnología LCD aplicada única y exclusivamente al mundo audiovisual (que no al informático) tiene que ver con la velocidad de refresco. El primer LCD a 100 Hz, un Samsung, fue presentado en el CeBIT de 2006, y ya por aquel entonces se empezó a cosechar la idea de que, por fin, el LCD podía ser un competidor serio para el plasma, puesto que algunos de los defectos que parecían propios e imperecederos del LCD desaparecían como por arte de magia (con más o menos gracia). La solución es aparentemente tan sencilla como duplicar la cantidad de veces por unidad de tiempo que se muestra una imagen en pantalla a razón de 100 por segundo. Pero la aplicación no es nueva, ni mucho menos. En la época de los televisores de tubo (TRC) ya existían modelos a 100 Hz. Incluso en el campo del LCD, ya había proyectores de vídeo a 100 Hz; pero no era lo habitual cuando hablábamos de televisores.

La solución, sin embargo, no es tan sencilla como parece. Samsung no se limitó simplemente a doblar el número de imágenes que se muestran en pantalla (50 x 2 = 100), siendo ésta una de las soluciones básicas más utilizadas durante tiempo, sobre todo en el campo del TRC. Seguramente, esto mejoraría la sensación de flujo en el caso de los LCD, pero no solventaría otros artefactos como la retención que, a ojos del usuario, seguiría percibiéndose como el arrastre de los objetos en movimiento. La idea de Samsung consistió en interpolar una segunda imagen entre dos ya existentes. De esta manera se visualizan 100 imágenes diferentes: 50 reales y 50 calculadas matemáticamente. La sensación de cara al usuario es que se reduce el parpadeo y se mejora un poco la definición de los objetos en movimiento. Pero el inconveniente era muy perceptible en imágenes donde el movimiento era aleatorio (el oleaje del mar), por lo que ha sido necesario mejorar poco a poco el sistema de predicción de campos.

Philips, por otro lado, también ha presentado sus nuevos LCD a 100 Hz, pero añaden una caracerística esencial en la consecución de los 50 frames y, a la vez, pretenden solucionar cuanto sea posible el problema de la falta de definición en movimiento. Para ello, los ingenieros de la compañía se han ayudado de una característica de nuestros ojos: el descanso. Si además de interpolar imágenes alternativamente entre cada uno de los 50 campos de vídeo se añaden otros campos totalmente en negro, nuestro ojo es incapaz de detectarlos pero sí que, durante un espacio muy corto de tiempo, descansa lo suficiente como para “olvidarse” de la información de la imagen anterior. De esta manera no hay una retentiva clara entre dos cuadros en movimiento, por lo que nuestro cerebro capta el movimiento de una manera muchísimo más fluida. Es el mismo “truco” que se utiliza en cine fotográfico (el cine de toda la vida) cuando se proyecta a 48 fps: se repiten 2 veces cada uno de los fotogramas intercalando entre ellos sus respectivos fotogramas en negro. Esta especie de puntos y seguidos visuales incluso hacen que, perceptivamente, la velocidad de refresco de un LCD decrezca de los 8 ms, y puede llegar a los 3 ms que Philips anuncia en sus modelos. Tres milisegundos son más que suficientes para percibir una imagen totalmente libre de arrastres. Debido a la baja velocidad del propio panel LCD, Philips opta por apagar la luz posterior para conseguir ese frame negro, una solución bastante atractiva y ciertamente eficaz.

La oclusión de la luz posterior también afecta en la consecución de un nivel de negros para el caso de los LCD mejor al negro conocido. Para ello ha sido necesario cambiar los típicos fluorescentes (difíciles de apagar y encender en un espacio de tiempo tan corto) por LED, donde Philips es, justamente, líder gracias a su división de iluminación.



EL FUTURO



Está claro que el LCD está ganando la batalla en su segmento contra el plasma, una tecnología que, aunque es nuestra preferida, queda relegada a muy pocos fabricantes. Por razones industriales y, sobre todo, económicas, el mercado apunta al LCD (costes de fabricación, facilidad de diseño, polivalencia, etc.), por lo que es necesario ir resolviendo todos y cada uno de los artefactos que hasta ahora etiquetan al LCD como poco apropiado para aplicaciones puramente audiovisuales. De momento, el aparentemente fácil paso de doblar a 100 Hz ya hemos visto que no es así de fácil y que verdaderamente ofrece unas claras mejoras para este tipo de televisores.

100 Hz y el 24p

No existe ninguna división perfecta entre 100 y 24, por lo que está claro que todo televisor LCD que trabaje a 100 Hz no será capaz de visualizar correctamente los contenidos en 24p que ya nos llegan a través de los Blu-ray y HD DVD. Recientemente se han dado a conocer algunos LCD cuya tasa de refresco es de 120 Hz, lo que sí es compatible con 24p. Aunque el procesado de la imagen es todavía más complejo, se consigue mantener la fluidez de las imágenes a 24p en un televisor LCD, evitando así el temido efecto judder.

 

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