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Naim SUPERNAIT y Neat Momentum 4i, Potencia y refinamiento

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El conjunto SUPERNAIT–MOMENTUM 4i es un matrimonio casi perfecto, con dos elementos que trabajan juntos de forma casi inmejorable.

Mientras estaba embalando el lector Naim CD5 y el amplificador integrado Naim Nait 5i tras terminar las pruebas que se publicaron en nuestro número de enero de 2008, debo reconocer que sentí pena. Ese amplificador integrado me había hecho pasar tan buenos ratos durante las semanas anteriores que ya me había acostumbrado a su viveza y a esa escena sonora tan especial que parece crear. Por suerte, casi de inmediato, Gordon McGLade, responsable de Hometech Spain SL, importador de Naim y Neat para España, ya estaba preparando con entusiasmo una nueva propuesta de mayor nivel para seguir explorando la gama de ambas marcas.

Esta vez me enviaba los hermanos directamente “mayores” del integrado y las cajas probadas con anterioridad, en concreto, el amplificador integrado estéreo SUPERNAIT y las cajas Neat Momentum 4i. A pesar de que mi compañero Luis Llana había probado ya este amplificador en el “Propuestas” de la tienda De Cine publicado en el número 51 de CEC, sus características me animaron a probarlo más a fondo y en mi propia sala.

SUPERNAIT

Así, con mayúsculas, es como Naim ha dado nombre a este amplificador integrado. Se trata, de principio a fin, de un producto especial, tanto desde el punto de vista del mercado actual como de la propia filosofía de Naim, presente y pasada. El concepto parte de la legendaria eficacia del Naim NaitNaim Nait pero con un diseño diferente, más potente y refinado y que además abandona abandona el tradicional minimalismo británico de los amplificadores integrados estéreo, ya que bajo el mismo chasis incorpora un descodificador digital/analógico de 24-bits/192 kHz únicamente para flujos de datos PCM estéreo.

La conectividad está a medida de las necesidades de esta configuración, incorporando 6 entradas analógicas de línea (en versión RCA y la peculiar norma DIN típica de Naim) y dos salidas, una para subwoofer y otra para un grabador analógico.

A estas entradas les acom pañan cinco digitales: dos S-PDIF y tres ópticas EIAJ/Toslink), una de las cuales está situada en el panel frontal del SUPERNAIT, ofreciendo la posibilidad de conectar equipos de audio portátil. Su característica más peculiar es la capacidad de operar tanto como entrada digital para una conexión mini-Toslink como a la hora de reconocer señales analógicas. Como principio de funcionamiento, el descodificador digital/ analógico queda automáticamente desconectado cuando se detecta una entrada analógica en uso. Todas las entradas digitales son asignables a cada una de las fuentes a voluntad del usuario mediante configuración a través del mando a distancia.

En principio, la idea que preside este integrado es la de actuar como auténtico núcleo de un equipo por un largo tiempo, y para ello ofrece varias alternativas para poder ir mejorando el nivel de calidad. Destaca, en primer lugar, la posibilidad de incorporar fuentes de alimentación separadas de la propia Naim, como los modelos FlatCap2x, HiCap o SuperCap. Además, el SUPERNAIT puede actuar como previo, añadiendo una de las etapas externas de la marca, o bien puede convertirse en una simple etapa de potencia, o incluso utilizar a la vez su sección de amplificación junto con la de otra etapa externa para bi-amplificar unas cajas. Por supuesto, todo ello es combinable con las fuentes de alimentación externas Naim.

Adicionalmente, el amplificador puede integrarse en un equipo multicanal, actuando como etapa de potencia de los canales frontales para un previo A/V. Hay que reconocer que el producto parece estar destinado a entrar en nuestra sala para no volver a salir nunca más, máxime si tenemos en cuenta su potencia. El Nait 5i ya movía con toda soltura cajas de cierto nivel, como mis B&W Nautilus 804 con 50 W declarados, así que con los 80 W del SUPERNAIT y la entrega de corriente de Naim, cabe esperar que será capaz de bastante más.

El SUPERNAIT es un magnífico producto, tanto conceptualmente como por rendimiento. Permite mucha flexibilidad, tanto para crecer como producto, como para incorporar ese nuevo universo de fuentes digitales en el mundo del audio sin formato físico hacia el que nos vamos moviendo sin remedio. Pero, sobre todo, es un magnífico amplificador, con una entrega de corriente espectacular y con la calidad de construcción exquisita que caracteriza a Naim. Los potenciómetros de altísima calidad en los mandos motorizados de volumen y balance o los botones “blandos” que permiten seleccionar fuentes y controlar el bucle de grabación (analógico), son junto a la carcasa perfectamente mecanizada en el tradicional color negro, buena muestra de esas terminaciones excelentes. Por sus prestaciones pone las cosas muy difíciles a sus rivales más directos, frente a los que, por su concepto, hasta diría que juega con cierta ventaja. Solamente su precio puede limitar su popularidad, especialmente entre aquellos que aún creen que no necesitarán nunca un descodificador digital/analógico en un amplificador estéreo. En todo caso, es cuando se escucha y se prueba cuando salen a relucir todas las virtudes de un aparato que parece ser “mayor” de lo que su tamaño físico y sus especificaciones pudieran sugerir.

NEAT MOMENTUM 4i

Tras la excelente impresión que me causaron las Neat Motive 2 que tuve ocasión de probar en nuestro pasado número 52, tenía mucho interés en poder escuchar una propuesta más ambiciosa de este fabricante británico de cajas acústicas que me permitiese comprobar si la extraordinaria relación ca lidad/precio de su gama más simple se mantiene en las gamas superiores. Para tal reto, el importador para España nos sugirió la serie que Neat ha presentado más recientemente, la Momentum. Se trata de unas cajas fundamentalmente dirigidas a la escucha en estéreo, al estar compuestas de sólo dos modelos, el monitor 3i y la columna 4i, aunque para aquellos interesados en integrar estas cajas en un sistema mutlicanal, bien pudiera recurrirse al central y monitores de efectos de la serie Motive.

Tanto columna como monitor comparten un principio de diseño común en tanto en cuanto utilizan transductores de graves montados en cámara isobárica (ver recuadro) para lograr una respuesta de graves extraordinaria. Por el tamaño relativamente amplio de mi sala de escucha y, de acuerdo con el importador, decidimos probar las columnas de suelo Momentum 4i.

El diseño exterior de la caja sigue una estética minimalista muy en línea con la de sus hermanas menores las Motive, pero sin la característica inclinación hacia la parte trasera que proponen aquellas. Líneas rectas y sobrias en bellos acabados en madera de diferentes tonos marcan la imagen de unos recintos impecablemente rematados y que, aunque tienen un tamaño considerable, no pretenden destacar en exceso en la decoración doméstica. Aun así, su aspecto es un tanto “clásico”, incluso algo tosco debido a sus líneas cuadradas cuando las comparamos con otros rivales de líneas más redondeadas y modernas. Preferencias estéticas aparte, sí he de criticar la ausencia de una rejilla textil para ocultar los conos, tanto desde un punto de vista puramente estético como por simple seguridad si hay niños pequeños en la casa.

Aunque las Momentum 4i tienen técnicamente una configuración bass-reflex de 2 vías y media, utilizan en realidad 4 transductores. En una posición normal de escucha, a la vista solamente veremos dos, el tweeter NMT de 25 mm, de cúpula invertida de titanio, y el transductor de medios tipo “ultimátum”, en terminología de la marca, un cono de 168 mm de pasta de celulosa tratada. Sin embargo, en la parte inferior y dentro de la caja se esconden otros dos transductores de graves de 168 mm montados verticalmente y apuntando hacia el suelo, conformando un auténtico subwoofer isobárico. Como es habitual en Neat, todos los transductores son diseños propios, aunque fabricados por terceros bajo sus especificaciones. Con una impedancia nominal de 8 ohmios, con un mínimo de 5 ohmios y una sensibilidad de 88 dB, las Momentum 4i no parecen nada difíciles de atacar, algo que siempre es de agradecer para escoger una amplificación concreta.

La parte trasera de los recintos presenta dos tubos bass-reflex, uno tras la cámara del tweeter y otro ligeramente por debajo del transductor de medios-graves. Estas salidas, junto con la presencia del transductor del conjunto isobárico apuntando a la parte inferior, hacen recomendable ser bastante estricto respecto a la recomendación general de dejar como mínimo 0,5 m de espacio vacío tanto en la parte posterior como alrededor de las cajas en el punto de escucha, ya que tanto los tubos como el transductor de la parte inferior van a generar flujos de aire y ondas sonoras que deben poder circular libremente. Por supuesto, la presencia de este cono en la base hace absolutamente imprescindible el uso de las puntas de desacoplo suministradas. Quiero destacar un detalle del fabricante, que entrega junto a las cajas unas bases para las puntas de desacoplo en forma de pequeño platillo, para evitar arañazos en el parquet. El coste de estas piezas es bajísimo y el usuario agradecerá evitarse un paseo hasta una tienda para conseguirlas. Los bornes de conexión, de buena calidad y capaces de admitir spades, banana y cable pelado, permiten bi-cableado y bi-amplificación pasiva retirando los puentes suministrados. Sin embargo para mi gusto se sitúan a demasiada altura del suelo, haciendo que el cable de conexión sea más visible que si estuvieran más cerca de la base.

PRUEBAS DE AUDICIÓN

Tras el oportuno período de calentamiento comencé, como de costumbre, con discos de menor a mayor complejidad instrumental. Como fuente utilicé en todo momento un lector multiformato de Pioneer, tanto a través de sus salidas analógicas como, fundamentalmente, utilizando sus salidas digitales y el descodificador digital/analógico del SUPERNAIT.

En primer lugar, para analizar las bondades de la electrónica Naim y separarlas de las de las cajas Neat, empecé la prueba utilizando mis B&W Nautilus 804. Tras mi experiencia con el Nait 5i, esperaba en este hermano mayor esa rapidez o inmediatez de respuesta tan típica de Naim, por la que con independencia del nivel de presión sonora en el que nos encontremos, si el tema que estamos escuchando tiene un incremento de volumen momentáneo, éste se produce con total naturalidad, sin estridencias, sin sensación de ahogo en la electrónica y sin que se pierda ni un ápice del exquisito nivel de detalle permanente.

Además, la escena sonora parece acercarse más al punto de escucha, generando la sensación de ser más profunda de lo habitual. En efecto, todo eso estaba ahí de nuevo en mi sala, pero corregido y aumentado: el SUPERNAIT aún parece abrir más la escena en todas las direcciones y hace desaparecer por completo las cajas en favor de una localización precisa de voces e instrumentos en el escenario virtual que dibuja.

Por supuesto, la dinámica casi instantánea del Nait 5i está en este caso multiplicada, por complejo que sea el pasaje musical, y mis cajas parecían tener más “genio” del habitual en esos momentos. Es una estética sonora muy peculiar, típica de Naim y con la que hay que familiarizarse, pero que una vez acostumbrado, a mí al menos, me resulta bastante adictiva.

Habiendo comprobado que las sensaciones del SUPERNAIT eran las esperadas, cambié las B&W por las Neat Momentum 4i y empecé a comparar algunos de los discos que había escuchado con anterioridad para ir familiarizándome con las cajas y comparar su respuesta con aquella que me es más habitual. No cabe la menor duda que las Momentum 4i son unas excelentes cajas acústicas, perfectamente capaces de tutearse con cualquier competidor en su segmento del mercado, por cierto, uno de los más disputados. Estamos ante unas cajas serias, por diseño, precio y pretensiones. Unas cajas cuya adquisición encaja en el perfil de un aficionado exigente cuya sala de escucha es mediana o grande y que quiere escuchar piezas sinfónicas o de ópera, de gran complejidad musical, con transitorios importantes, acumulación de instrumentos y voces, etc. Es un reto que en esas piezas el sonido resultante sea realista. Pues bien, todo eso está en las Neat Momentum 4i.

Para empezar, la tímbrica general es muy buena. Voces e instrumentos de todo tipo tienen un sonido natural, rico en matices y detalles para disfrutar de la audición. El concierto para violín de Tchaikovsky, en versión de Anne- Sophie Mutter con la Filarmónica de Viena (SA-CD Deutsche Grammophon) muestra un violín nítido, vibrante, perfectamente centrado y en un plano más cercano a la orquesta. La escena sonora, incluso con una orquesta de gran tamaño como es el caso, se dibuja con pre cisión, diferenciando los lugares de la cuerda, el metal, los violoncellos, la percusión etc. Los agudos, nunca resultan ásperos ni cansan. La zona media permite separar bien los diferentes instrumentos y transmitir a la vez toda su calidez de la cuerda o la madera. En los graves, como era de esperar por la especial configuración de las Momentum 4i, es donde encontramos la sorpresa más impactante: la extensión de los mismos resulta espectacular. Seguir lo que está tocando un contrabajo en un conjunto de Jazz o en una banda de rock no siempre es fácil con algunas cajas. Nos suele faltar presión sonora en la última octava y media, un poquito de “picante” en los graves. Por eso muchos aficionados utilizan un subwoofer adicional sólo para reforzar más allá de donde llegan las cajas, típicamente por debajo de 40 Hz. Las Momentum 4i hacen exactamente eso, pero de forma integrada.

Esta pegada extra en graves es una estética sonora concreta con la que podremos sentirnos más o menos identificados y que puede no ser del gusto de todo el mundo, por lo que para salir de dudas lo mejor es realizar una escucha antes de decidirse.

Personalmente la encuentro más realista, especialmente escuchando un piano solo, pero incluso si nos gustan esos graves extra debemos tener en cuenta las características de la sala donde instalemos las Momentum 4i. A diferencia de una solución de un subwoofer específico añadido a unas cajas, con la configuración de estas Neat carecemos de controles específicos para suavizar las frecuencias más graves para adaptarnos al recinto en el que se coloquen, quizá las Momentum 4i exigan cierto acondicionamiento en su sala. En mi caso y con 45 metros cuadrados y el tratamiento acústico que cualquiera tiene en el salón de su casa (es decir, falta de tratamiento acústico), no tuve el menor problema. He de reconocer que aunque busqué entre mi colección de discos temas que hicieran perder la compostura a las Momentum 4i, tuve que rendirme sin lograrlo. Uno tras otro, discos que consi dero que tienen graves “difíciles”, sonaban perfectamente controlados, como el tema “Temptation” incluido en el álbum “The girl in the other room” de Diana Krall, el disco completo de Leonard Cohen “Ten new songs o la “Rapsodia española” de Liszt. En todos ellos, sin descontrol de ningún tipo, se podía seguir nota a nota el extremo grave con potencia, sin que eso tapase un ápice ni medios, ni agudos.

Como comentaba anteriormente, la escena sonora resulta excelente en una masa orquestal grande, así que lo es aún más en formaciones reducidas. Concretamente, en el mencionado álbum de Leonard Cohen, las voces del cantante y su acompañante Sharon Robinson se perfilan claramente centradas, fácilmente localizables en un punto, con los instrumentos electrónicos que los acompañan detrás de ellos.

Por supuesto, la dinámica proporcionada por el SUPERNAIT es en todo momento espectacular. Al ser unas cajas de ataque relativamente más sencillo que mis B&W 804, el nivel del mando del volumen se situaba ligeramente más abajo en las Neat, pero rarísima vez pasó de la posición de “las 9” en ninguno de los dos casos, y con presión sonora más que suficiente.

Con el fin de redondear la prueba algo más, hice una breve audición de las Momentum 4i con mi amplificación habitual: un conjunto previo –etapa de la extinta serie Michi con una etapa RHB05-, dotada de una potencia de 100 W a 8 ohmios. La esperada facilidad de ataque de las Neat no defraudó y pude constatar que brillan tanto con cualquier electrónica de calidad como sucede con la de Naim, haciéndolas, bastante fáciles de emparejar con muchos equipos.

El conjunto SUPERNAIT– Momentum 4i es un matrimonio casi perfecto, con dos elementos que trabajan juntos de forma casi inmejorable, pero que también por separado dará muchas satisfacciones a cualquier usuario. Por algunas características especiales puede que no sean los elementos ideales para cualquiera, pero esto no les impide tener nuestra máxima calificación por lo demostrado en las pruebas.

Valoración de los especialistas: 6

Texto: Jorge WUHRMANN

La raíz griega del término nos revela el concepto: presión constante. La técnica de construcción de los altavoces isobáricos consiste en alinear un altavoz detrás de otro en un recinto, de forma que se produzca presión constante entre ellos. Los transductores se pueden alinear cono contra imán y con el cableado en fase, o bien, cono contra cono o imán contra imán y cablear fuera de fase. El objetivo es que ambos se muevan a la vez cuando se les envía la señal, manteniendo en el recinto una presión de aire constante. El transductor que radia hacia el exterior del recinto opera así en condiciones ideales, siempre y cuando trabaje por encima de la frecuencia de resonancia. En ese tándem, la frecuencia de resonancia es 0,707 veces menor y hay una mayor masa móvil, sin que por ello se incremente el factor Q, a la vez que se reduce el nivel de distorsión. Al mismo tiempo, se exige algo más al amplificador, lo que conlleva, obviamente, una duplicación del coste. El objetivo es que la extensión de graves alcance media octava más respecto al mismo transductor y recinto montados individualmente, es decir: con el mismo volumen de caja acústica y los mismos transductores, se llega a una frecuencia media octava más abajo.

 

Gordon McGlade, Hometech. Queremos dar las gracias a Jorge por su articulo, escrito con mucho cariño. Es verdad, la musicalidad es la prestación más importante para Naim y esperemos que todas entiendan lo que es eso. El SUPERNAIT ha sido una estrella para Naim y con su DAC a bordo está al alcance de mucha más gente, su precio es realmente justificable. Con NEAT Acoustics hay una sinergia perfecta. Realmente aconsejamos probar esta combinación en las tiendas.

Naim SUPERNAIT y Neat Momentum 4i, Potencia y refinamiento

Ficha técnica

Naim SUPERNAIT
SENSIBILIDAD DE ENTRADA 75 mV, 47 kohmios. NIVEL DE SALIDA DE PREVIO 0,777 V, <50 ohmios. POTENCIA 80 W RMS por canal a 8 Ohmios. CONSUMO EN REPOSO 10 VA. DIMENSIONES Y PESO 87 x 432 x 314 mm,12,8 kg.

Neat Momentum 4i
CONFIGURACIÓN 2,5 vías bass reflex-isobárico. GRAVES 2 x 168 mm; cono de pasta de celulosa tratada. MEDIOS 1 x 168 mm; cono de pasta de celulosa tratada. AGUDOS 1 x 25 mm; cúpula de titanio invertida. SENSIBILIDAD 88 dB/1 W/m. IMPEDANCIA 8 ohmios (mínimo 5 ohmios). AMPLIFICACIÓN RECOMENDADA 25- 200 W. DIMENSIONES Y PESO 1.000 x 220 x 230 mm; 22 kg/ud. DISTRIBUYE Hometech Spain (902 170 007).